La invasión luso-brasileña y la
guerra contra los unitarios
El 9 de julio de 1816 se declaró
en el Congreso de Tucumán la independencia de las Provincias Unidas del Río de
la Plata, pero en el mismo, con excepción de Córdoba, no fueron representadas
las provincias pertenecientes a la Liga de los Pueblos Libres.
El constante crecimiento de
influencia y prestigio de la Liga Federal atemorizó tanto a los unitarios de
Buenos Aires y Montevideo como al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. En
agosto de 1816 numerosas tropas luso-brasileñas invadieron la Provincia
Oriental, con la complicidad tácita de los unitarios que se habían fortalecido
en Buenos Aires y del embajador porteño en Río de Janeiro. Con la intención de
destruir al caudillo y su revolución, las tropas luso-brasileñas atacaron por
tierra y mar.
Los conflictos con sus Caudillos; Lopez y Ramirez.
A fines de 1819 la Liga estaba
entre dos fuegos, por un lado los directoriales y por el otro los portugueses remarcado antes.
Artigas concibió un plan militar. Él atacaría el campamento portugués en Río
Grande mientras que las fuerzas de Entre Ríos y Santa Fe atacarían Buenos
Aires.
Pero mientras el caudillo de Santa Fe, Estanislao López, y su compañero
de Entre Ríos, Francisco Ramírez, invadían exitosamente Buenos Aires y
triunfaban en Cepeda, Artigas era derrotado por los portugueses en Tacuarembó.
Aprovechando
esta situación de debilidad de su antiguo jefe, los caudillos firmaron a
espaldas de Artigas el Tratado del Pilar, abandonando a su suerte al caudillo
oriental.
Ante la traición, Artigas decidió unir sus escasas fuerzas con las de
Corrientes y Misiones. Entró en Entre Ríos dispuesto a someter a Ramírez, pero
fue derrotado definitivamente en Las Huachas y debió marchar hacia el exilio en
el Paraguay.
Tropas luso-brasileñas alistándose para sitiar Montevideo
Francisco Ramirez, caudillo de Entre Rios. Estanislao Lopez, caudillo de Santa Fe
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